Cómo financiar tu cortometraje $€₿

 

La semana pasada publiqué un artículo sobre por qué rodar sin dinero. El dinero no debe ser una excusa para no rodar. Soy de la opinión de que, sobre todo al principio, se puede rodar sin apenas dinero. Pero si ya llevas algo más de tiempo rodando, o tienes un proyecto más ambicioso a nivel de producción, comenzarás a preguntarte cómo conseguir financiación para sacar adelante tus proyectos.

Echando la vista atrás, cada uno de mis proyectos ha sido financiado de formas muy diferentes. Hablando con un director con una larga trayectoria, se sorprendió cuando le conté que en mis cinco años rodando proyectos profesionales, jamás había recibido una subvención. “¿De dónde sacáis el dinero entonces?” me preguntó. La realidad, es que depende según el proyecto.

Las subvenciones

           Hay muchísimas subvenciones, pero aun así, en mi opinión, las subvenciones son la fuente de financiación más difícil e insegura de conseguir. Es verdad que hay subvenciones para artistas no profesionales, pero las profesionales, que dependen del ICAA o las de las Comunidades Autónomas, tienen mucha competencia y son altamente exigentes a nivel de requisitos. Hay que figurar como productora registrada en el ICAA, para lo que hay que ser autónomo y pagar su cuota mensual correspondiente. Ello conlleva que ya tienes un recorrido y que esta cuota te es rentable, con lo cual no está pensado para principiantes. Asimismo, has de cumplir unas condiciones formales y de justificación de la financiación que son exigentes. Por otro lado, a estas subvenciones se presenta todo el mundo, con lo cual estás compitiendo con profesionales con muchos años de trayectoria. El proyecto hay que llevarlo lo más preparado posible, y ni siquiera ello garantiza que te la den. Principalmente por estos motivos, y porque no me ha hecho falta por ahora, no he insistido en el tema de las subvenciones. Realmente, sólo pediría una subvención si el proyecto es tan profesional y ambicioso que no pudiera costearse de ninguna otra manera (que fue el caso de Malpartida, un cortometraje de época de la guerra civil, con caballos, varias localizaciones, 6 días de rodaje y bastantes actores del cual fui Directora de Producción, subvencionado por la Comunidad de Madrid y el ICAA).

Para aquellas subvenciones que no son para profesionales, también las dan las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos, fundaciones, y otras entidades privadas, y son difíciles de conseguir igualmente, pero los requisitos son más accesibles para que no sea necesario, por ejemplo, ser empresario ni tener una productora formalizada para acceder. Hay que estar muy al día de los plazos, para que no se te pasen, y tener un proyecto potente con una visión que case con la filosofía y las condiciones que plantea la entidad emisora.

Los crowdfundings

         No tengo claro qué lleva más trabajo, si un crowdfunding o una subvención, pero la ventaja del crowdfunding es que lo hagas bien o mal, conoces de inmediato el resultado y las expectativas que puedes tener.

En primer lugar, un crowdfunding es una acción de financiación colectiva a través de internet, a cambio de una serie de recompensas. “Al principio de los tiempos” del crowdfunding, quienes participaban donaban por “amor al arte”, pero ahora los crowdfundings se han profesionalizado y si unas buenas recompensas, no tienes nada que hacer.

Preparar un crowdfunding es algo bastante técnico que ha de prepararse con al menos 3 meses de antelación, crear una comunidad, y ser rigurosos a la hora de la comunicación y la planificación de los contenidos. Si sencillamente publicas tu campaña y lo dejas ahí, es muy difícil que llegues al objetivo.

En mi libro Instinto Cineasta dedico un apartado entero a una “guía de crowdfunding” sobre lo que aprendí y puse en práctica en mi campaña para el proyecto Emotional Disease.

Youtubers

          Es casi imposible que los youtubers inviertan pasta en hacer cine, webseries o cortometrajes. Por la propia naturaleza del creador de contenido digital, están acostumbrados al DIY o a hacerlo con pocos medios, consiguiendo buenos resultados. Pero aun así, he decidido incluirlo porque no es imposible. Tres proyectos de mi trayectoria han sido financiados por youtubers (La Vieja de Rush Smith, con más de 5 millones de visitas, Flammae y Watch Love Die de Melo Moreno). Los dos primeros se crearon para promocionar los libros de sus respectivos creadores. Es una situación muy particular, porque al tener un contacto directo con estos creadores, puede surgir la posibilidad de que se plantee un proyecto, pero no esperes a que llegue un youtuber a proponerte crear algo.


Premios, premios y más premios.

           Hay un filón de financiación importante para creadores jóvenes y son los premios. Hay premios artísticos constantemente, que organizan las mismas instituciones que ofrecen subvenciones. Si tienes menos de 18 años, aprovecha a inscribirte en cuantos más premios posibles, ya que por lo general si has comenzado pronto y compites con gente más joven (con probablemente menos oportunidades y/o experiencia), tendrás más posibilidades de ganar. Los premios los puedes encontrar en las páginas web de instituciones públicas, privadas, e indagando mucho en google. Una idea es buscar a compañeros de tu misma edad o recorrido cinematográfico y leer en sus biografías o webs qué premios les han dado. Luego puedes ir a google y buscar cuándo abren estas convocatorias, y anotarlo para que no se te pase. Cuanto más joven seas y cuanto más pronto empieces, más posibilidades tienes de ganar algo, porque te puedes inscribir en categorías jóvenes o segregadas por edad. A partir de los 30 o 35 años, la cosa se empieza a poner más difícil en materia de premios, así que no lo dejes para mañana.

Estoy muy contenta porque a mí recientemente me han dado un premio: el premio Talento Carné Joven de la Comunidad de Madrid. Había varias modalidades, y una era de cultura. No tienes por qué restringirte exclusivamente a premios relacionados con el cine. También hay muchos de artes plásticas, visuales, fotografía, cultura, social y materias relacionadas donde puedes pescar unos dineros para invertir en tu próximo proyecto.


Pero sobre todo… crowdsourcing a saco.

Para mí la clave de la financiación está en conseguir recursos y materiales de forma gratuita o muy barata. Desde pedir descuentos a casas de alquiler, colaboraciones con escuelas (una gran opción para conseguir material muy bueno o salas de montaje y postproducción sin coste), o pedir favores, existen muchos recursos al alcance de nuestra mano esperando a ser descubiertos. En este caso, depende mucho de tu contexto y de lo que seas capaz de conseguir por ti mismo.

Conclusión:

La búsqueda de financiación es un esfuerzo constante y poco certero, sobre todo para proyectos de gran envergadura. Desde mi punto de vista, la clave está en ver qué tipo de proyectos tienes, y por qué merece más la pena apostar. El caso es que la financiación nunca debería ser una barrera infranqueable para hacer cortometrajes, sino un reto más de producción.


Si tienes cualquier pregunta, o te gustaría compartir experiencias relacionadas con la financiación, te animo a que lo apuntes en los comentarios abajo :)





 
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